Mujeres militares argentinas avanzan en bases antárticas
La designación por parte de Argentina de la Mayor del Ejército Vanessa Pía como jefa de la base Carlini, una de las seis bases permanentes del país sudamericano en la Antártida, reafirma el compromiso de las Fuerzas Armadas argentinas con la integración de género. La Mayor Biya fue la primera mujer oficial del ejército en comandar una unidad en el continente.
“Un puesto de mando es un hito importante para un oficial. «Comandar una base antártica es un desafío particular, estar a cargo de un equipo que está aislado, estresado y con comodidad limitada», dijo Major Bia. Conversacion El 7 de enero. «Me siento honrado de ser seleccionado y de tener la tarea de llevar a cabo esta misión».
El Ministerio de Defensa argentino señaló que la presencia de mujeres en el Continente Blanco no es nueva, pues participan desde hace muchos años en actividades científicas, militares y al frente de servicios como la enfermería o la asistencia sanitaria.
“Lo más destacado de mi liderazgo en la base de Carlini fue la oportunidad de tener las mismas funciones que un oficial masculino; Es una gran responsabilidad porque las personas que dependen de mi liderazgo estarán bajo mi liderazgo”, dijo Major. Piya dijo. “Argentina tiene presencia en la Antártida desde hace 118 años y esta es la primera vez que una mujer está al mando de una base permanente”.
El Mayor Pia tendrá bajo su mando a 90 militares y civiles durante el verano, y 25 a lo largo de 2023.
En la Base Esperanza, otra estación de investigación argentina en la Antártida que funciona todo el año, la experta militar argentina Rosario Chouqui es otra mujer increíble: desde el 1 de enero, la primera mujer en conducir cualquier tipo de vehículo en la historia del territorio antártico.
«Además de conducir otros vehículos como furgonetas y motos de nieve, soy la primera mujer operadora de maquinaria vial en la Antártida», dijo Spc. chowki dijo Conversacion El 5 de enero. “Satisfecho con los esfuerzos [I put into] Mi carrera militar ha consistido en brindar apoyo logístico, trabajar en climas extremos y verificar las medidas de seguridad.
En 1995, el servicio militar voluntario en Argentina incluía mujeres soldado en todas las ramas. Así, en el año 2000, ya integraban las filas del Ejército Argentino mujeres oficiales y suboficiales en las especialidades de artillería, ingeniería y comunicaciones, intendencia y armería. Finalmente, en 2012, las mujeres accedieron a la infantería y la caballería.
“Desde hace muchos años tenemos mujeres ocupando los mismos puestos que los hombres. Contamos con todos los cargos y especialidades, y sabemos desempeñar nuestras funciones con la integridad y dedicación que requiere nuestra empresa”, dijo la Capitán de Navío de la Armada Argentina Emilia Galván, Jefa del Departamento de Género de la Dirección General de Personal y Bienestar de la Armada. Conversacion. «No tenemos limitaciones en cuanto a acceso y/o promoción».
Actualmente, las Fuerzas Armadas Argentinas cuentan con mujeres piloto, comandantes de navíos, jefas de tropa y muchos otros cargos de alto rango.
“Creo que las Fuerzas Armadas están orgullosas de tener mujeres comandantes porque como país nos coloca en una posición privilegiada en términos de igualdad de oportunidades y derechos para nuestros ciudadanos. Somos una nación modelo en ese sentido”, agregó el Capitán Galván.
Para el Ministerio de Defensa argentino, la perspectiva de género es una herramienta importante para conducir con éxito las instituciones militares, garantizando el bienestar de sus integrantes, así como la unidad y disciplina militar.
“Abandonando la identificación de las mujeres como ‘niñas’, las mujeres en la fuerza aspiramos a ser identificadas, como los hombres, exclusivamente por nuestras capacidades y nuestros logros. En ese sentido es un honor para cualquiera de nosotras tener una comandante mujer , independientemente de su género”, concluyó el Capitán Galván.
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